Si al oír la palabra primavera piensas en estornudos y antihistamínicos necesitas ponerle remedio, al menos, dentro de casa. Te contamos cómo combatir estancia por estancia ácaros y polen, las alergias más comunes.Para que puedas decir: ¡No pasarán!
Vigila las alfombrasAspíralas a diario y, si puedes, quítalas para poder acceder mejor a todo el suelo. Si no puedes moverlas, aspira en el sentido contrario a los pelos, para retirar el polvo y los pelos de mascota (si tienes). Aspira también el sofá y los asientos. Y si tienen fundas, sacúdelas al aire libre, nunca dentro de casa.
Ventila a diario El salón (y el resto de la casa). 10 minutos son suficientes para renovar el aire. Si puedes, crea ventilación cruzada. Pero cuidado si tienes alergia al polen: en los días en que los niveles de concentración de polen sean altos hazlo a partir de las 10 de la mañana. Desde las 5 y hasta las 10, los niveles de polen suelen ser más altos, así que no abras las ventanas.
Cuanto menos polvo, mejor Lo ideal es limpiar los muebles cada dos días aproximadamente con un paño húmedo o una bayeta de microfibra (así atraparás el polvo y no se esparcirá por el aire). No olvides las partes traseras, ahí suelen acumular más polvo y de mirar las patas, sobre todo, de los muebles que quedan más arrinconados. Cuantos menos objetos tengas por encima, mejor.
No te olvides de los filtros Del aire acondicionado. Límpialos cada mes y sus conductos una vez al año. Si puede ser, usa filtros HEPA –que capturan las pequeñas partículas–. Y evita los ventiladores que mueven las partículas de polvo.
Usa la campana Siempre que cocines. Incluso puedes ponerla en marcha unos minutos antes y dejarla unos minutos más después de cocinar: además de aspirar humos y olores, también absorberá las partículas de polvo y otros alérgenos que están suspendidos en el aire. ¡Así que no te de pereza usarla! Si tienes un modelo silencioso (de menos de 60 dB) ni la notarás.