Fuente: Revista Arte y Diseño
El Arquitecto Jorge Moran cuenta ya muchos años en el ejercicio liberal de la profesión. Generacionalmente lo podemos ubicar como integrante del cuerpo de profesionales que actualmente ocupa un lugar intermedio,precede a los Arquitectos jóvenes de la última década y sucede a los grandes maestros de la Arquitectura Nacional. Sus obras, desde la fundación de su Estudio,cubren un amplio espectro de programas. Reciclajes yreformas residenciales, residencias nuevas, edificios,locales comerciales, edificios industriales y tambiénprogramas de gran escala. A estos últimos debe la gran notoriedad que alcanzara meses atrás cuando su cliente,el Sr. Bonanata presentara en sociedad su gran proyecto para el Parque Roosevelt.
Importa saber que si bien este proyecto, que incluimos en la breve presentación de obras que preparamos para la presente edición, destaca por su escala, en importancia el Arquitecto Jorge Morán posee en su currículo otras obras.“Arquitectura de la más alta calidad, funcionalidad y permanente vigencia, orientada por el pluralismo de formas y lenguajes, como también de programas,aportando soluciones integrales desde nuestro Estudio en Montevideo y su filial en Santiago de Chile, a los masdiversos clientes del ámbito local y del exterior, desde particulares, empresas, inversores y organismos estatalese internacionales. Así ejercemos la profesión, intentando interpretar y no imponer. Esto es posible gracias a lapresencia de distintas generaciones de profesionales y asesores que integran el estudio, los que se actualizan a través de la práctica profesional, así como en la permanente investigación y estudios de post-grado.”
Se trata de un proyecto ordenado por y para inversores privados. La idea consistía en generar un edificio singular para aprovechar al máximo la maravillosa rambla en un tramo de vistas privilegiadas. Así surgió este edificio que integra sesenta y cinco apartamentos.El volumen construido alcanza los 8.800 metros cuadrados, que se integran de la siguiente manera: un subsuelo para 90 automóviles, nueve plantas y una planta superior con dos pent houses. La forma del edificio, genera un amplio parque en planta baja para el disfrute de sus habitantes sobre una elevación natural de 7 metros generándose un espacio intermedio semi-público entre el edificio y el frente costero.La forma de implantación del edificio parte de dos premisas fundamentales: el respeto y realce de la Colonia de Vacaciones, obra de alto valor patrimonial,por lo que la construcción se retira de la medianera lindera de manera de no quitarle protagonismo. Luego la idea fuerza de favorecer a todos los habitantes del nuevo edificio con vistas hacia la costa y hacia el verde.
Se descartó la opciónde colocar un edificio frente-fondo, entendiéndose que no se habría obtenido el potencial de las visuales que se logró de esta forma. La novedosa concepción del edificio es única en la zona y posibilita que se encuentre rodeado de un amplio jardín, haciendo disfrutable la vista de los apartamentos en una combinación de verde y mar. El jardín de la Planta Baja del edificio se encuentra situado a siete metros sobre el nivel de la rambla lo que equivale a la vista que se tendría desde un segundo piso en un edificio normal. La fachada ha sido estudiada en los más mínimos detalles, teniendo un gran impacto visual al combinar sus curvas con dos elementos verticales de cristal. Asimismo colaboran con este impacto las barandas de cristal y jardineras con plantas colgantes sobre el frente que acompañan los movimientos de la fachada.
El edificio se distribuye en dos bloques con circulaciones independientes por medio de dos ascensores cada uno, teniendo en común el jardín de Planta Baja y un gran subsuelo congarajes para todas las unidades con doble salida y entrada de vehículos (a Rambla República de Chile y a calle Ámsterdam). La planta es irregular y los pilares bajan en lugares aleatorios por lo que para poder generar las 90 plazas de garaje se tuvo que interponer una losa de 1.40 m de altura que auspiciara de mesa y distribuyera las cargas de los pilares en forma ordenada de acuerdo a las medidas requeridas para cada lugar de estacionamiento. Atendiendo a la diversidad de habitantes potenciales, se proyectaron siete tipologías diferentes en cada una de las platas tipo, con la particularidad de que todas tuvieran vistas hacia el frente costero.