[vc_row][vc_column][vc_column_text]La experiencia gastronómica no involucra solamente a la comida.
El diseño comercial es un también un instrumento de marketing e influye positivamente en las ventas. Los clientes de un restaurante ya no esperan solo encontrar buena comida, sino que buscan vivir una experiencia gastronómica única, en la que el interiorismo del restaurante cobra especial importancia.
Un buen diseño de interiores no garantiza el éxito del restaurante. Sin embargo, sin un buen interiorismo el restaurante tendrá más probabilidades de fracasar.
Con el objetivo de dar a conocer las peculiaridades de un proyecto de interiorismo comercial, resumimos las claves para abordar un buen diseño de restaurantes.
El primer paso a la hora de afrontar el interiorismo de un restaurante es realizar un análisis exhaustivo del modelo de negocio del mismo y el carácter que quiere transmitir el proyecto.
Es esencial conocer tanto los valores que representará su cocina, como sus productos, sus platos estrella y su filosofía de trabajo. Así como, sus factores económicos y humanos.
Es también fundamental conocer y diferenciarse de la competencia, además de no ponerse al servicio de las modas ya que la propia razón de ser de un restaurante lo convierte en un proyecto atemporal.
1. Funcionalidad
Uno de los requisitos indispensables en la planificación de un proyecto comercial es conseguir la comodidad del chef y su equipo, así como la de los clientes que vayan a visitar el restaurante. De este modo se logrará que el restaurante además de ser bonito sea funcional. Un reto al que el arquitecto encargado del proyecto debe enfrentarse.
La propia actividad de un restaurante implica una serie de funcionalidades concretas, que condicionarán el trabajo del arquitecto. Algunas de ellas son:
- Se precisa un espacio destinado a servir los platos ya terminados, que debe ocupar un lugar privilegiado en la cocina para facilitar el acceso de camareros y personal de sala. Además de estar conectado directamente tanto con la cocina como con las mesas para que entorpezca lo mínimo posible el trabajo del equipo de cocina.
- El espacio debe estar dispuesto de manera que minimice los desplazamientos para ahorrar tiempo y hacer el trabajo de los empleados más sencillo.
- Los espacios privados y públicos deben estar en perfecta armonía, preservando la intimidad cuando sea necesario sin romper la homogeneidad que debe caracterizar un restaurante.
[/vc_column_text][vc_single_image image=»3943″ img_size=»full»][vc_column_text]2. Intimidad
La distribución de los espacios es crucial para conseguir que los clientes preserven cierta intimidad respecto al resto de mesas, sin que esto entorpezca el trabajo del personal de sala.
La intimidad, es precisamente uno de los aspectos que más valoran los clientes y que aportan valor añadido a su experiencia gastronómica, por lo que es un requerimiento imprescindible a la hora de diseñar el proyecto.
3. Iluminación
La elección de la iluminación es también una decisión fundamental ya que la diversidad de espacios que se enmarcan dentro de un restaurante no puede entorpecer la consecución de un ambiente agradable y uniforme.
La iluminación de un restaurante debe garantizar la ausencia de sombras molestas o penumbras, así como posibles excesos de luz y deslumbramientos.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3946″ img_size=»full»][vc_column_text]4. Acústica
El aspecto esencial en cuanto a la acústica de un restaurante es su reverberación. Es primordial impedir los efectos negativos de la misma en la comodidad de los clientes.
Para ello, escoger los materiales adecuados es la clave. Superficies como la madera o los textiles logran absorber el sonido y atenuar la posible reverberación.
5. Interiorismo sensorial
Por supuesto, una buena climatización del espacio es indispensable para mantener una temperatura óptima que satisfaga las necesidades de los clientes. Sin embargo, existe otro aspecto que puede resultar molesto para los comensales y se debe estudiar en la planificación del proyecto: los olores.
Es inevitable que un restaurante genere olores muy diversos. Por ello, se debe prestar especial atención a los sistemas de renovación del aire para conseguir que el olor no cobre especial protagonismo más allá del de los propios platos que se encuentran en la mesa.
6. Mobiliario
El mobiliario es la cara más visible de la imagen del restaurante. No solo debe estar en armonía con el resto de elementos del espacio, garantizar la comodidad y la buena distribución del espacio y no entorpezca el trabajo, sino que además deben ser cómodos y estéticamente agradables para que la experiencia de los clientes sea única. Por eso es un punto crítico a la hora de diseñar la distribución del espacio.
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